La mayoría no lo dice en voz alta, pero lo piensa:
“¿Y si me voy… y luego quiero volver?”
Como si emigrar fuese firmar un contrato vitalicio.
Nadie te obliga a quedarte toda la vida en Suiza.
Puedes venir, trabajar un verano, un par de años, cinco o diez.
Ahorrar lo que aquí se ahorra… y luego decidir.
Nadie te va a quitar el pasaporte español por probar suer…